En un motor volumétrico alternativo, la relación entre las presiones final e inicial en la fase de compresión es función de diferentes variables y, en primer lugar, de la relación geométrica de compresión. Ésta se define como la relación entre los volúmenes máximo (pistón en el PMI) y mínimo (pistón en el PMS) del cilindro.
Dado que el rendimiento del ciclo termodi-námico aumenta al incrementarse la diferencia de presión entre las dos transformaciones adiabáticas (compresión y expansión), es indispensable que la presión máxima del ciclo sea lo más elevada posible, compatible con las características estructurales del motor y de combustión del carburante. Para obtener este resultado se tiende a construir motores con relación de compresión geométrica lo más elevada posible, de manera que la presión efectiva en cuanto a la compresión sea muy próxima a la máxima soportable por el tipo de carburante empleado y por la forma de la cámara de combustión.
La relación de compresión efectiva, es decir, la relación entre las presiones final e inicial del fluido en el interior del cilindro durante la fase de compresión, no corresponde exactamente a la relación entre el volumen máximo y mínimo, puesto que, al principio de la carrera de compresión, el cilindro no permanece estanco por el retraso del cierre de la válvula de admisión (en los motores de 4 tiempos) o por la existencia de las lumbreras de barrido y de escape (en los motores de 2 tiempos). A propósito de estos últimos, conviene tener en cuenta que algunos constructores, especialmente las marcas japonesas, declaran la relación de compresión geométrica calculada a partir de la posición del pistón en la que se encuentran completamente cerradas todas las válvulas y lumbreras de escape; lógicamente, dicho valor es mucho más bajo que el convencional.