Cantidad fija que se adopta convencionalmente como unidad de comparación en la medición de cualquier magnitud.
Para facilitar y simplificar las indicaciones de las medidas de magnitudes complejas, se recurre a unidades derivadas de cierto número de magnitudes fundamentales en el ámbito de un determinado «sistema de medida».
Los sistemas más conocidos son el cgs y el mks (denominado también sistema Giorgi). Ambos adoptan como magnitudes fundamentales la longitud, la masa y el tiempo, siendo sus unidades fundamentales, respectivamente, el centímetro, el gramo y el segundo, y el metro, el kilogramo y el segundo. En el ámbito de las Conferencias Generales de Pesos y Medidas, se ha establecido la substitución de esos sistemas por el denominado Sistema Internacional. Éste, que en realidad viene a completar el Giorgi, está prescrito por la norma de unificación ISO R. 1000.
El Sistema Internacional incluye 7 magnitudes fundamentales: la longitud (l), la masa (m), el intervalo de tiempo (x o í), la corriente eléctrica (i), el intervalo de temperatura (T), la intensidad luminosa (I) y la cantidad de materia (mol), cuyas unidades de medida respectivas son: el metro (m), el kilogramo de masa (kg), el segundo (s), el ampére (A), el grado Kelvin (°K), la candela (cd) y el mol (mol). Además, se incluyen dos magnitudes complementarias, que son el ángulo plano (9) y el ángulo sólido (ü), cuyas unidades correspondientes son el radián y el estereorra-dián (sr). Asimismo, se consideran numerosas magnitudes derivadas de las precedentes y «coherentes» con ellas, es decir, expresadas mediante un monomio con coeficiente numérico igual a la unidad.
La utilización del Sistema Internacional, cada vez más difundida, adquiere carácter obligatorio en la Comunidad Económica Europea a partir del 1.° de enero de 1978. Evidentemente, ello entraña dificultades diversas, a las que no son ajenos los países que se han de relacionar con las naciones de aquélla. En cualquier caso, resulta fácilmente comprensible pensar cuánto se tardará aún en desterrar las unidades clásicas del uso popular. Por ejemplo, en el sector del automóvil habrá que expresar las magnitudes siguientes con las unidades que se indican:
- potencia de los motores (P) en kW, teniendo en cuenta que 1 kW= 1,36 CV;
- potencia específica (Ps) en kW/dm3;
- pares (M) en Nm, teniendo en cuenta que la relación con el kilogramo de fuerza o kilopond es 1 Nm = 0,101 m-kp;
- presiones (p) en N/m2 o en bar, siendo 1 kp/cm2 = 98.066,5 N/m2 = 0,980665 bar;
- número de revoluciones (n) por segundo;
- caudal de fluidos en dm3/s;
- consumo específico de calor en J/Ws.
La principal dificultad puede que radique en los trabajos de tipo práctico de pequeños talleres ya establecidos, así como en la determinación y comparación de cantidades para modelos antiguos o simplemente previstos con valores exactos con anterioridad a la difusión de las normas. Sin embargo, ello no ha de ser obstáculo para que la unificación llegue como en tantos sectores de la industria en general.