Una joya no anunciada
El Auris 2015 fue el primero en montar esta mecánica
Esta motorización, presentada por primera vez sobre el lavado de cara realizado en el Toyota Auris en 2015, es una de esas realizaciones que se presentó casi de urtadillas aunque sea un compendio de tecnología aplicada al servicio de la eficiencia.
La inclusión de unsistema de distribución variable denominado doble reglaje variable inteligente de válvulas amplio (VVT-iW) esconde unos conceptos únicos. Y es que esta mecánica retoma la posibilidad de funcionar mediante ciclo Atkinson que ya se ofrece en las motorizaciones híbridas de Toyota al tiempo que ofrece una mejor respiración a elevados regímenes funcionando ya como un Otto tradicional. El caso es que mediante la posibilidad de actuar sobre válvulas de apertura y escape este mecánica trabaja en ciclo Atkinson cuando las circunstancias son favorables para, el resto del tiempo, adoptar una distribución variable tradicional (variación de momento de apertura y/o cierre de válvulas de admisión y/o escape), para mejorar la respuesta mecánica.
En el caso de la inyección tampoco se han andado por las ramas. No sólo se trabaja con inyección directa al igual que hacen la mayoría de los rivales, sino que se adopta también mezcla estratificada y varias fases de inyección para mejorar el quemado. Sobrealimentado por turbo y con una cilindrada total de 1.197 centímetros cúbicos y cuatro válvulas por cilindro, el 1.2T anuncia en el Auris con cambio manual de seis relaciones un consumo mixto de 4,8 litros por cada 100 kilómetros con unas emisiones de 112 gramos por kilómetro. En cuanto a su rendimiento, estamos hablando de una mecánica que ofrece 116 CV de potencia máxima con un par máximo de 185 Nm entre 1500 y 4000 rpm, permitiendo con ello acelerar de 0 a 100 km/h en 10,1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 200 km/h.