La velocidad máxima homologada de un automóvil es la capacidad real del vehículo para alcanzar dicha velocidad en línea recta, por sus propios medios y sin la existencia de pendientes que favorezcan o se opongan a dicha capacidad. Es muy importante entender que un automóvil, dependiendo de las circunstancias propias y de la calzada, podría alcanzar velocidades superiores a la homologada. Así, con pendiente favorable y contando con un cambio de relaciones largas, un vehículo podría superar claramente su velocidad máxima, aunque ésta no habría sido alcanzada por sus propios medios, sino gracias a la existencia de la comentada pendiente. De hecho, se suele considerar que un automóvil dispone de un cambio de relación larga cuando la velocidad máxima se consigue por debajo del régimen de potencia máxima, mientras que dispondría de relaciones de cambio cortas si la velocidad máxima se consigue a un régimen de giro superior al de la potencia máxima. Los consumos o las recuperaciones dependen también de las relaciones de cambio, siendo por ello éstas tan importantes para conocer mejor las capacidades de cada vehículo. En MotorGiga puedes calcular los desarrollos de cambio en nuestra sección de neumáticos.