Conductos idóneamente diseñados, de longitud muy variable, que tienen la misión de encauzar el flujo de aire en la admisión; su nombre proviene de su forma característica, recta o curva según el espacio de que se disponga, con la boca dirigida hacia la entrada.
En los motores alimentados con carburadores, los embudos se aplican a la entrada de los conductos de los difusores, una vez eliminados el filtro de aire y su envolvente.
En el caso de alimentación por inyección, los embudos se montan directamente después del dosificador de aire (que puede ser de gillo-tina, de mariposa o de tambor) y en general el inyector suele aplicarse a los embudos.
En la embocadura de cada embudo o de un grupo de embudos se coloca una redecilla metálica con la misión de impedir la aspiración de cuerpos extraños de un determinado tamaño, que podrían provocar roturas en el motor.
En algunos coches de serie los embudos se colocan en el interior de la envolvente del filtro de aire; en este caso su misión consiste también en limitar los vórtices y las irregularidades del flujo de aire antes de que se mezcle con el carburante.