Este tipo de sistemas, que también es conocido como BLIS, blind spot o con otros nombres dependiendo del fabricante, dispone de unos sensores que detectan la existencia de vehículos u obstáculos a ambos lados de nuestro coche. La zona de detección se sitúa hasta una distancia que suele rondar los tres metros y desde nuestros retrovisores hacia atrás a los dos lados del vehículo.
En general existe un indicador en el propio retrovisor o en una zona lateral del interior del coche. En general se activa pasada cierta velocidad -unos 10 km/h- y puede desactivarse al utilizar la marcha atrás.
Cuando el sistema detecte que existen vehículos u objetos en la llamada zona muerta de visibilidad, un aviso luminoso y en determinados casos también acústico nos alertará de su existencia. Aunque se trata de un elemento de seguridad activa puede que en determinados casos no se activen las alertas. Puede ocurrir así por ejemplo cuando los objetos estén en la zona muerta durante muy breve periodo de tiempo -en torno a los dos segundos-. Por otra parte deberemos tener cuidado de que no exista suciedad en la zona de los sensores o que, ante reparaciones de la zona, no se utilicen tapaporos que afectarían al funcionamiento del sistema. La meteorología adversa también puede afectar al funcionamiento del sistema. Otra posibilidad de error puede darse ante la existencia de remolques. En algunas marcas la existencia de remolques autorizados hará que el sistema se desconecte.
La denominación original de brida corresponde a las llamadas bridas planas, consistentes en una pletina en forma de disco o con orejetas, con dos o más agujeros, que se suelda o se atornilla en el extremo de los tubos o árboles y sirve para efectuar…