Máquina destinada a mover y a aumentar la presión de los fluidos. Existen casos en los que una bomba tiene por misión crear una depresión en un recipiente; es el caso de las bombas de vacío y de las bombas aspirantes.
Las bombas se clasifican esencialmente en alternativas, rotativas, centrífugas y axiles.
Las bombas alternativas se basan en la acción de un émbolo que se mueve alternativamente dentro de un cilindro, aspirando un volumen de fluido igual al volumen barrido por aquél, y enviándolo al circuito de presión. Se clasifican en bombas aspirantes y aspirantes impelentes, según que posean, respectivamente, una sola válvula de aspiración automática o una válvula de aspiración y otra de salida que se abran y cierren alternativamente. Las bombas alternativas pueden ser también de membrana, como, por ejemplo, las bombas *AC de gasolina.
En las bombas rotativas, el fluido se transporta por medio de volúmenes generados de diversas maneras; así se tienen, por ejemplo, las bombas de engranajes que se emplean en los automóviles como bombas de aceite.
Las bombas centrífugas están constituidas por un rodete que, al girar a gran velocidad, aspira el fluido por la parte central y lo empuja hacia la periferia de los alabes, aumentando su presión y su energía cinética; un difusor se encarga de transformar la energía cinética en energía de presión.
Las bombas axiles se caracterizan por un flujo de fluido paralelo al eje del rodete; su principio de funcionamiento es totalmente similar al de las bombas centrífugas.
Las características de una bomba vienen dadas por su caudal (cantidad de fluido bombeado por unidad de tiempo) y por su altura de elevación (altura máxima a la que se puede bombear el fluido).
Obsérvese que, si el fluido que hay que bombear es un gas, se tienen los compresores volumétricos (entre ellos los Roots), centrífugos y axiles.