Inflamación espontánea y extraordinariamente rápida de la mezcla aire-combustible durante la fase de compresión. La inflamación es provocada por un aumento de la temperatura de la cámara de combustión que es capaz de producir la inflamación sin la intervención de una fuente exterior (la chispa de la bujía o un depósito sobrecalentado).
La combustión debida al autoencendido se propaga por toda la mezcla y avanza a velocidades muy elevadas (200 m/s en vez de, aproximadamente, 30 m/s en condiciones normales), produciendo un aumento brusco de la presión que actúa sobre el pistón y causando, a la larga, averías al motor.
En los motores de encendido regulado, el autoencendido se evita adoptando combustibles capaces de resistir temperaturas y presiones elevadas sin inflamarse espontáneamente. En cambio, en los motores Diesel, el autoencendido no representa un efecto, sino que es una condición normal de funcionamiento. En efecto, la naturaleza del combustible (gasoil) debe ser capaz de favorecer la inflamación espontánea y simultánea de la mezcla. La forma de inflamación y difusión de la llama, distinta y más violenta que en los motores de gasolina, caracteriza precisamente el funcionamiento de los motores Diesel, que es más duro y ruidoso.
En lenguaje corriente suele entenderse como autoencendido otro fenómeno de combustión irregular que se produce cuando el motor continúa girando tras haber interrumpido el encendido. Dicho fenómeno, que en inglés se denomina run on o after running, es, en realidad, una inflamación producida por un punto caliente de la cámara de combustión, como, por ejemplo, un depósito de carbonilla o la incandescencia de los electrodos de la bujía. Es bastante frecuente, ya que a veces este fenómeno va ligado a la detonación, que motores sujetos a detonaciones (que son una forma particular de autoencendido, limitada a una parte de la mezcla, denominada and gas) provoquen, por efecto de la disminución de rendimiento del motor, sobrecalentamientos de la cámara de combustión que dan lugar a puntos calientes que, una vez cortado el encendido, causen el run on.
Sin embargo, cuando se emplean gasolinas con índice de octano bajo o con contenidos altos de definas, puede producirse un run on debido al autoencendido. En tal caso la compresión del motor es suficiente para inflamar la mezcla sin intervención de la chispa o de otros puntos calientes. Este es el caso de motores perfectamente limpios y desincrustados, que continúan girando tras haber interrumpido el encendido.
Además, el run on siempre es peligroso por sus consecuencias sobre el cigüeñal, y puede evitarse cuidando sobre todo la temperatura del motor y el tipo de gasolina. Entre sus causas más frecuentes se hallan: una refrigeración insuficiente (debida, por ejemplo, a incrustaciones en el radiador), temperaturas elevadas de la culata (por ejemplo, por un encendido retrasado), una bujía demasiado caliente o una válvula que no cierre bien.