Última denominación de la famosa fábrica italiana de carrocerías fundada en 1926 en Milán como continuación y ampliación de la Palco, dirigida por Vittorio Ascari, hermano del piloto Antonio. Tras un breve período en la nueva sociedad, Ascari la abandonó, quedando en la misma Felice Bianchi Anderloni y Gaetano Ponzoni.
En 1926, Bianchi Anderloni poseía ya una experiencia poco corriente en el sector de los automóviles de lujo. Además, era un hombre de genio y de gran gusto, revelándose más tarde como un gran diseñador. Había sido director de pruebas de la Isotta Fraschini y había vivido un período, el de la primera mitad de los años veinte, en que resultaba muy difícil hacer algo original.
En efecto, las carrocerías Touring de la primera época presentaron novedades en los métodos de construcción, pero no en las formas. En 1926 y 1927 fueron realizadas casi exclusivamente según el método Weymann. Las ventajas de ligereza y funcionamiento silencioso que presentaba este método se pagaban con unas formas inevitablemente escuadradas, impuestas por la estructura de madera, mal disimulada bajo un revestimiento de imitación de piel, que no se prestaba a la realización de formas curvas. En cualquier caso, el sistema Weymann fue el antecesor del método puesto a punto posteriormente, el de la carrocería Superleggera. Durante este primer período, la Touring fabricó automóviles de gran viaje, berlinas semirrígidas y cabriolets-royal.
La vena creativa de Bianchi Anderloni despertó poco después del comienzo de la colaboración con la Alfa Romeo, cuando los nuevos SC 1500 y 1750 encontraron su mejor expresión en la versión supersport con compresor, a la que la Touring dio unas nuevas proporciones gracias al capó alargado y al radiador inclinado y rebajado.
El pequeño grupo de automóviles Flying Star, iniciado en 1931, se adjudicó los trofeos más importantes del Concurso de Elegancia de Como. Esto continuó con una serie de carrocerías con nombres fantásticos (Coppa del Diavolo, Freccia di Belzebü, Soffio di Satana) que acompañaron a automóviles de gran originalidad y elegancia, casi siempre realizados sobre chasis Alfa Romeo.
Para dicha marca se construyeron también automóviles de carreras. Casi todas las victorias en las Mil Millas, entre 1930 y 1938, se obtuvieron con carrocerías ligeras y funcionales, pero también muy elegantes, obra de la Touring. Las formas tendían hacia lo ovoide y los guardabarros hacia su integración a la carrocería, evolucionando la técnica de construcción hacia la Superleggera (método que se concretó definitivamente en 1937), mediante la experimentación de nuevos materiales y nuevas soluciones estructurales.
Durante la guerra de Etiopía y durante la nueva movilización industrial de 1940-1942, la Touring aceptó encargos de la aviación militar y abrió un departamento para la construcción de vehículos industriales y militares. La sección aeronáutica ofreció la ocasión para profundizar en la tecnología de las aleaciones ligeras, los problemas de la soldadura en atmósfera controlada y el tratamiento térmico en baño de sales.
La construcción enteramente metálica Superleggera (que consistía en un bastidor hiperestático de tubos de acero al que se superponía una capa de revestimiento de chapa de aluminio desvinculada de las solicitaciones principales) la adoptó la Touring casi exclusivamente para automóviles cerrados. El automóvil deportivo cerrado fue tema preferido por la empresa, desde la berlineta sobre chasis Alfa Romeo 6C 1750 GT de 1932 hasta la berlineta falso cabriolet sobre chasis 6C 2300 Sport de 1934 y hasta las verdaderas berlinetas Superleggera sobre chasis Alfa Romeo 6C 2300 B y 8C 2900, Lancia Aprilia y Fiat 1500.
Para las 24 Horas de Le Mans de 1939, también BMW encargó a la Touring la puesta a punto de carrocerías de carreras. Para dicha marca y para Alfa Romeo se puso a punto el tipo de «ala gruesa». Se trataba de una carrocería con los guardabarros totalmente integrados en la carrocería y constituyó una anticipación de la forma que en la posguerra se denominó barqueta. Pero aún más importante fue la berlineta que, construida en un solo ejemplar tanto para la BMW como para la Alfa Romeo, -constituyó (con 8 años de anticipación con relación al primer automóvil de serie) el primer vehículo con una carrocería completamente integral, en la que todas las uniones de los guardabarros habían desaparecido, presentando laterales lisos. Ambos coches debutaron en las Mil Millas de 1940; el pequeño BMW de 2 1, debido en gran parte a la eficiencia aerodinámica de la carrocería, obtuvo el primer puesto absoluto y el Alfa Romeo el segundo.
La guerra pospuso el desarrollo de esta nueva orientación al período 1946-1952. Durante dichos años se iniciaron asimismo relaciones internacionales más amplias, con las marcas Bristol, Hudson, Pegaso, Aston Martin y con el grupo Rootes.
En aquella época, la producción sobre chasis italianos comprendía varios modelos Alfa Romeo, Fiat y Lancia, muchos de los cuales poseían un techo provisto de una trampilla practicable de perspex. Las bar-quetas realizadas por la Touring para Ferrari constituyeron ejemplos memorables de automóviles deportivos.
En 1948 murió Felice Bianchi Anderloni, al que sucedió su hijo Cario Felice. Entre 1947 y 1948 se había vivido otra aventura estimulante: el resurgimiento del Isotta Fras-chini 8C, para el que la Touring había preparado un coupé de 2 puertas y una berlina, ambos de gran elegancia y originalidad. Luego vino la renovación de la gama Alfa Romeo, con el carrozado de algunos millares de coupés 1900 Sprint y Super Sprint, disminuyendo como consecuencia el número de Fiat y Lancia puestos a punto por la Touring. No obstante, en 1959 se produjo un retorno a los Lancia con el encargo del Flaminia convertible.
La construcción del Lancia Flaminia coupé, del Maserati 3500 GT y del cabriolet Alfa Romeo Giulia 1600 GTC, el proyecto de fabricar un cabriolet Fiat 124 basado en componentes de serie y, sobre todo, la perspectiva de un importante contrato con el grupo Rootes sugirieron en 1962 una total renovación de las instalaciones.
Mientras tanto, la Touring seguía realizando automóviles excepcionales, como el nuevo Lamborghini 350 GTV (1963). Sin embargo, el crecimiento a dimensiones industriales había hecho frágil la empresa, que comenzó a tener dificultades financieras. Las causas del declive fueron múltiples, pero la principal de ellas fue la reducción de los encargos del grupo Rootes. A finales de 1966 la actividad tuvo que ser suspendida y la empresa fue puesta en liquidación.