Término empleado en la técnica automovilística para indicar un tipo de prueba para los lubricantes. Se refiere a un uso en ciudad del vehículo, caracterizado por breves recorridos y largas paradas intermedias, en el cual las temperaturas de las diferentes partes del motor y del aceite no tienen tiempo suficiente para alcanzar el valor de régimen. Este servicio implica la formación de depósitos, originados por la dilución del aceite con gasolina y agua que se acumulan en el cárter. Los depósitos y el agua conducirían a un deterioramiento rápido del motor (óxidos, obturación de los conductos de lubricación) si no se usaran lubricantes con aditivos antioxidantes, dispersantes y detergentes cuya función es mantener en suspensión los depósitos que se forman durante el funcionamiento.
Los ensayos de motor para determinar y valorar las propiedades de los aceites lubricantes para automóviles y para certificar su calidad equivalente se consiguen con una prueba de stop and go realizada sobre un motor durante un tiempo determinado, según un procedimiento cíclico que reproduce las condiciones reales de utilización de un automóvil en recorrido por ciudad.