Substancia caracterizada por su estado fluido, incompresible dotada de volumen constante y carente de forma propia; un líquido puede adaptarse a las variaciones de forma del recipiente, pero no a las variaciones de volumen.
Esas características son las que confieren a los líquidos idoneidad para transmisión de fuerzas o de desplazamientos, como en el caso de las instalaciones hidráulicas. Estos tipos de mandos a distancia se emplean generalmente en los coches para accionar los frenos, las suspensiones hidráulicas, etc. Los líquidos tienen mayor viscosidad y mayor rozamiento que los gases, y por este motivo poseen cualidades lubricantes.
en función del porcentaje de agua