Carrocero francés con fábrica en Levallois-Pernet, cerca de París, conocido por sus modelos superligeros y extraligeros, que representaron una variante del tema de las carrocerías Weymann. La innovación consistía en el sistema de fijación de la carrocería al bastidor, sobre el cual tan sólo se apoyaba en 3 puntos: en la parte central de los 2 largueros, sobre soportes de fieltro adecuados, es decir, en puntos en los que el bastidor no experimenta más que ligeros movimientos de flexión, y en la parte trasera, en el centro del último travesano del bastidor, mediante un estribo triangular especial situado sobre un disco amortiguador de caucho. También el «coupevent» de estas carrocerías era independiente del chasis, de manera que los movimientos de este último no influían en la carrocería. Todas las uniones entre los componentes de la carrocería, realizadas con maderas especiales, se obtenían por medio de tornillos o fijaciones patentadas. En la armazón de la carrocería se montaban telas metálicas, sobre las cuales se aplicaba el revestimiento de imitación piel, con interposición de gruesas capas de fieltro, que evitaban cualquier resonancia y servían también como aislamiento térmico. Unos montantes de espesor reducido permitían una visibilidad buena desde el interior.
En 1928, Kelsch lanzó un nuevo tipo de revestimiento, constituido por chapas de aleación de aluminio, adecuadas para recibir la moderna pintura por pulverización, adelantándose así a Weymann, que, a continuación, lanzó la «tole souple», revestimiento de imitación piel, pero liso y pintado también por pulverización.
Estos tipos de carrocerías, ligeras y silenciosas, a pesar de la fragilidad propia del sistema, consiguieron durante algunos años una discreta difusión, sobre todo en Francia, Gran Bretaña y Alemania. Con las mejoras obtenidas en las carrocerías normales de hojas de madera y en las de chapa en especial, además del hecho de que los bastidores iban siendo cada vez menos flexibles, las carrocerías denominadas elásticas se hicieron cada vez más raras y, en los años treinta, prácticamente dejaron de construirse.