El sensor de ángulo muerto con la función Exit Assist ayuda a salir de un aparcamiento marcha atrás ya que detecta objetos que se aproximan al vehículo por los laterales a una distancia de hasta 40 metros. Cuando se da esta situación, el conductor es avisado mediante una señal acústica; si el sistema detecta que las posibilidades de sufrir una colisión siguen estando presentes, activará automáticamente los elementos de frenado deteniendo el coche por completo evitando o reduciendo considerablemente las posibilidades de sufrir un desagradable choque.