ESCUELA DE CONDUCCIÓN - Definición - Significado

Establecimiento, denominado abreviadamente autoes-cuela, destinado a la formación de conductores de automóvil para la obtención del permiso de conducción. Así, en estos centros los futuros conductores adquieren los conocimientos y la pericia necesarios para circular por las vías públicas.

En muchos países las escuelas de conducción surgieron en forma privada, para ser reguladas después por la Administración correspondiente, al difundirse el automóvil como medio de transporte. En tal regulación se ha intentado siempre adecuar la estructura de dichos centros a las crecientes necesidades, siguiendo criterios internacionales para que la enseñanza resulte eficaz y la formación de los conductores sea satisfactoria. Las normas

las escuelas de conducción son los establecimientos idóneos para adquirir la pericia necesaria en el manejo de los vehículos automóviles.

van desde la regulación de las instalaciones a las condiciones que debe reunir el profesorado, en cuanto a períodos y duración de las enseñanzas teóricas y prácticas.

Toda escuela de conducción debe contar con un material pedagógico idóneo, que puede resumirse en los elementos siguientes: tableros murales o dispositivos adecuados para contener todas las señales reguladoras de la circulación, semáforo con las luces y flecha normales, así como siluetas de los agentes de circulación en las distintas posiciones; maqueta mural o una mesa de circulación, con calles, cruces, distintas clases de vehículos y señales precisas para plantear al alumno los casos que pueden presentarse en la circulación real (normalmente, se establecen dimensiones mínimas para estos elementos); diapositivas, películas u otros medios audiovisuales relacionados con la enseñanza de la circulación; disposiciones vigentes sobre la circulación de vehículos a motor; un motor seccionado o construido con material transparente, un embrague y una caja de cambios; un encerado para efectuar los planteamientos necesarios; para los permisos de categorías superiores (O, dirección, diferencial, frenos hidráulicos, un cilindro seccionado y un sistema de inyección también seccionado, así como dispositivos para la reproducción de los circuitos eléctricos del automóvil.

Además, lógicamente, el centro ha de disponer de los turismos normales, así como de aquellos otros de las categorías para las que está autorizado a impartir enseñanza. Estos vehículos deben ir provistos de doble mando de freno y embrague, así como de doble espejo retrovisor externo e interno. Naturalmente, para la enseñanza de conducción no pueden utilizarse automóviles con cambio automático. Todo vehículo de autoescuela se distingue por dos placas, situadas una delante y otra detrás del mismo, con una L blanca sobre fondo azul, con otras siglas y marcas descritas por las leyes correspondientes. En cuanto a seguros, éstos son más estrictos, pues han de estar cubiertos los daños a terceros y los de los ocupantes, aparte del obligatorio.

Con todos requisitos y las autorizaciones correspondientes, las escuelas de conducción proceden a la enseñanza del manejo de los vehículos de motor, incluyendo las fases siguientes: señales y normas reguladoras (Código de Circulación); constitución, funcionamiento y manejo de los mandos y elementos esenciales del vehículo; prácticas de conducción y circulación, y para los permisos de categorías superiores (C), mecánica del automóvil. Las normas de cada país regulan el número de clases y la duración de las mismas, así como el tipo y características de los recorridos.