El consumo es la cantidad de combustible, medido en litros, que utiliza el vehículo para realizar 100 kilómetros. Para obtener un consumo homologado equitativo entre los diferentes vehículos se realizan pruebas bajo las mismas condiciones y supuestos. Éstas se realizan en un lugar cerrado, situando el automóvil sobre un banco dinamométrico.El automóvil en cuestión tiene que haber rodado entre 3000 y 15000 kilómetros y haber permanecido a una temperatura de entre 20 y 30 grados centígrados entre 6 y 30 horas antes de la realización de la prueba. Antes de proceder se debe comprobar que la temperatura de refrigerante y lubricante sea, como máximo, dos grados superior o inferior a la ambiental.El banco dinamométrico está destinado a absorber parte de la potencia y tiene 22 posibilidades de calibración dependiendo del peso del vehículo. Con él se se simulan las condiciones de rodadura. Para medir el consumo urbano el vehículo permanece primero 40 segundos al ralentí. Después debe, en cuatro ocasiones, realizar una simulación de conducción de 1,013 kilómetros a un máximo de 50 km/h. En total este ciclo supone un recorrido de 4052 metros, es decir, 4 kilómetros y 52 metros. Cada una de las cuatro simulaciones de conducción dura tres minutos y 15 segundos.