En sentido propio, es la valla que se coloca en las zonas de peaje de las autopistas cuando no deben ser utilizados todos los pasos o carriles de la misma, por ejemplo para un mejor control por los empleados en caso de avería de las instalaciones automáticas, trabajo de entretenimiento, etc. La barrera está pintada con franjas de 15-20 cm en colores blanco y rojo, con pintura reflectante, para mejor visibilidad por la noche. También reciben la misma denominación las instalaciones móviles que permiten el paso gradual de los automóviles en las estaciones de peaje, aunque su función sea evidentemente distinta.