Término inglés con el que se define una forma especial de combustión anormal semejante a la detonación; se produce, ante todo, en los grandes motores con elevada relación de compresión.
Este fenómeno se manifiesta por un ruido metálico muy agudo, que se advierte a regímenes superiores a 2.000 rpm y con la mariposa del carburador completamente abierta. El rumble es semejante al golpeteo originado por el cojinete de bancada y se manifiesta ruidosamente al acelerar. El ruido es provocado por la formación de ondas de choque en el interior de los gases durante la combustión.
La diferencia fundamental entre la detonación y el rumble consiste en que éste último se inicia siempre por un encendido en superficie, es decir, originado por uno o varios puntos calientes, mientras que la detonación es causada por las elevadas presiones que preceden al frente de llama. Además, mientras que la detonación puede eliminarse aumentando el octanaje, el rumble es insensible a los antidetonantes.
Los motores europeos, aunque posean una elevada relación de compresión, generalmente no son sensibles al rumble; parece ser que este fenómeno se debe en gran parte a que los motores son subalimentados (llenado escaso).