Con dicha ex presión se indica convenciónalmente la parte del habitáculo destinada al piloto, que comprende el asiento reservado para el mismo y los mandos que deben accionarse durante la marcha.
La comodidad del puesto de conducción depende, además de las características de las suspensiones y del asiento, de todas las regulaciones posibles (a veces también del volante y de los pedales), de la disposición de los mandos fundamentales y, sobre todo, de las cualidades prácticas de uso de los mismos. Otro aspecto, fundamental incluso desde el punto de vista de la seguridad, está representado por la visibilidad que el piloto posee durante la marcha normal y del perfecto conocimiento de las dimensiones del vehículo durante cualquier maniobra.