Término empleado para indicar genéricamente todas las mezclas combustibles, empleadas en los motores de combustión interna, que se obtienen añadiendo a los carburantes ordinarios algunos compuestos nitrados. Estas mezclas se emplearon en algunos motores de competición durante los años anteriores a 1958, fecha en que se impuso en las competiciones el empleo de gasolina super de tipo comercial. Por ejemplo, hasta entonces, la Maserati había empleado una mezcla que contenía un 14% en volumen de nitrometano.
Los nitroderivados más empleados para las mezclas combustibles son el nitrometano y el nitrobenceno. El primero es un líquido incoloro, pesado y, como otros nitroderivados, posee una peligrosa tendencia a formar compuestos explosivos; aunque no tiene un poder calorífico superior al de la gasolina, se emplea para acelerar la combustión. El nitrobenceno es un producto muy usado en la industria; también es pesado, de color amarillento, posee buenas características antidetonantes y se emplea especialmente en las mezclas que contienen aceite de ricino por sus excelentes cualidades disolventes que garantizan la perfecta homogeneidad de la mezcla; sin embargo, tiene el inconveniente de una mala combustión y un gran desprendimiento de humos.
Los nitroderivados, empleados excepcionalmente en automovilismo, normalmente encuentran aplicación en la preparación de los combustibles para los pequeños motores que equipan los modelos en miniatura.