Término usado desde 1927 para distinguir los coches de competición de una sola plaza de los de dos plazas. Hasta 1924, la reglamentación internacional imponía que cada coche -incluidos los de Gran Premio- fuese de 2 plazas: una para el piloto y la otra para el mecánico o segundo piloto. En 1925 y 1926 fueron todavía obligatorias las 2 plazas, aunque se admitía una sola persona a bordo. A partir de 1927, los reglamentos permitieron la participación en los Grandes Premios de los monoplazas, los cuales no tardaron en substituir por completo a los biplazas, ya que la segunda de ellas había
perdido utilidad. Desde los años treinta, los coches de Fórmula son monoplazas.