La contribución aportada por Lenoir a la historia del automóvil se concreta en 2 direcciones: el proyecto y realización de un motor de gas, de acción directa y doble efecto, y en la construcción del primer vehículo equipado con un propulsor de 2 tiempos de combustión y no de vapor.
Nacido en Mussy-la-Ville (Bélgica), el 12 de enero de 1822, de familia de modestos agricultores, a los 16 años se trasladó a París, donde transcurrió el resto de su vida. Como consecuencia de sus méritos durante el asedio de 1870-1871, con ocasión de la guerra francoprusiana, se le concedió la ciudadanía francesa. Murió en Varenne el 4 de agosto de 1900.
La patente de Lenoir (24 de enero de 1860) se refería a un motor accionado por gas de alumbrado combinado con aire inflamado por medio de electricidad. Originalmente, este invento debiera haber funcionado como instalación fija, ya que parecía totalmente hipotética la idea de un motor, que no era de vapor, montado en un vehículo, tanto más en una época en que, precisamente en este sector, el vapor se había impuesto ampliamente.
El esquema mecánico del motor de Lenoir consistía en un cilindro horizontal, dentro del cual se movía un pistón que aspiraba la mezcla de aire y gas hasta la mitad de su carrera. En este punto, la mezcla gaseosa era inflamada por una descarga eléctrica provocada por un carrete de Ruhmkorff y el pistón pasaba a realizar una acción motriz hasta el final de su desplazamiento. Superado el punto muerto, se producía la misma operación, pero en sentido inverso, del otro lado del pistón (que, por tanto, era de doble efecto). El ciclo de funcionamiento, al faltar la fase de compresión, se desarrollaba en una vuelta; por tanto, podía considerarse un 2 tiempos. La puesta en movimiento se producía accionando un volante solidario al eje de transmisión.
Con una segunda patente, registrada el 18 de abril de 1860, Lenoir pareció completar la posibilidad de emplear, además de gas de alumbrado, otros tipos de combustibles, como los derivados del petróleo, siempre en combinación, con el oxígeno atmosférico. El fenómeno de la compresión, tal como se produce en los motores modernos, no fue tomado en consideración. En cambio, proyectó un rudimentario carburador (una especie de alambique) que puede considerarse el segundo de la historia, tras el patentado por el francés Levéque en 1859. Sin embargo, el motor de Lenoir presentaba muchos defectos: excesivo consumo de agua para la refrigeración y de aceite para la lubricación y, sobre todo, un despilfarro de combustible en relación con la Potencia suministrada. Pasado el primer momento de euforia, durante el cual se construyeron algunos centenares de unidades, en 1865 la producción se redujo a unos pocos ejemplares al año, cesando definitivamente en 1875.
El Conservatoire National des Arts et Métiers de París lo sometió, en 1861, auna serie de pruebas, de las cuales existe documentación acreditativa. Con un diámetro y una carrera de 180 x 100 mm, respectivamente, era capaz de desarrollar una potencia de algo más de 0,5 CV.
Respecto a las aplicaciones de este motor, es decir, a la construcción de un vehículo automóvil, a la vez que es muy incierta la realización del break, que apareció en Le Monde Illustré el 16 de junio de 1860 (ciertamente, la reducida potencia del motor no habría sido suficiente para hacer funcionar un vehículo de tan grandes dimensiones), en cambio si se ha probado, al menos según las declaraciones del propio Lenoir (que se remontan a 1895) y los testimonios de sus obreros, que, en 1863-1863, se construyó un vehículo automóvil que recorrió varias veces el trayecto París-Joinville-le-Pont y regreso a un promedio de unos 6 km/h. Sin embargo, las pruebas no fueron satisfactorias debido al excesivo peso del motor, su reducida potencia y su baja velocidad de rotación. Del vehículo se perdió todo rastro, así como de la embarcación que funcionó por el Sena, equipada con un motor de 6 HP, que demostró ser insuficiente para una barca de 12 m de longitud.