Disociación en términos generales significa separación, disgregación, pero en química se usa exclusivamente para reflejar el proceso reversible que sufre una molécula para desdoblarse en fragmentos más sencillos. Cuando el desdoblamiento tiene lugar por acción del calor, entonces se habla de disociación térmica. Por el contrario, disociación electrolítica es el fenómeno por el cual cuando un ácido, una base o una sal se disuelven en agua o en otro disolvente, una parte o la totalidad de la substancia disuelta se escinde en iones, cargados unos con electricidad positiva, cationes, y otros con negativa, aniones.
Merced a la disociación electrolítica que se acaba de citar, puede realizarse la electrólisis de muchas substancias, es decir pueden descomponerse, haciendo pasar una corriente eléctrica por sus soluciones, rigiéndose este fenómeno por las leyes de Faraday.
En automovilismo la disociación electrolítica se puede considerar que está presente, de forma un poco particular, durante la carga de la batería, en la que el sulfato de plomo se escinde reversiblemente en otros compuestos. La disociación térmica puede presentarse en la cámara de combustión, en la que por su elevada temperatura los hidrocarburos de la gasolina pueden desdoblarse en compuestos más sencillos, dotados de gran actividad química.