CAMISA - Definición - Significado

Término usado para indicar la envolvente interna del cilindro. En sentido estricto, el vocable se aplica propiamente a los cilindros desmontables, es decir, a los que constituyen una pieza independiente del bloque. La operación de montaje o acoplamiento al bloque se denomina encamisar. En la práctica se denomina camisa a la superficie interna del cilindro, por la que se desliza el pistón en su movimiento rectilíneo alternativo. Esta superficie puede labrarse directamente en el bloque o bien en un tubo separado, que se monta luego en el mismo bloque; en este caso se habla de camisa postiza, mientras que en el primer caso se tienen las camisas integrales. Aun cuando los cilindros no están reunidos en un solo monobloque, esta distinción subsiste.

La solución de camisas integrales se usa sobre todo por razones económicas, ya que se reducen la mano de obra y el costo de producción; las camisas son del mismo material que el monobloque, generalmente fundición al fósforo-manganeso, al níquel o al níquei-cromo-molibdeno.

En el caso de los motores refrigerados por aire y hechos de aleación de alumino, para aumentar el coeficiente de intercambio térmico la camisa se recubre con un estrato de cromo antidesgaste y antiagarrotamiento. En 1970, la General Motors realizó por primera vez un bloque de camisas integrales con una aleación especial de alumino. Esta solución ha permitido construir un motor particularmente ligero y económico que se monta en el Chevrolet Vega.

La solución de las camisas postizas o desmontables se adopta por dos razones fundamentales; para permitir la substitución de los tubos desgastados en motores sometidos a trabajo pesado o especialmente costosos, o para permitir la utilización de materiales distintos; en este caso se adoptan para las camisas materiales resistentes al desgaste, como la fundición centrifugada o templada, o acero nitrurado, y para los cilindros, aleaciones de aluminio.

Las camisas postizas pueden ser colocadas en caliente o introducidas a presión con la superficie externa en contacto con el material del monobloque, denominándose en este caso camisas secas (por ejemplo, Jaguar y Coven-try-Climax). Una tecnología análoga se emplea en los motores refrigerados por aire, cuando se usa para el cuerpo de aletas el aluminio, con el fin de conseguir una mejor dispersión del calor.

Las camisas denominadas húmedas son las que se introducen o atornillan al bloque y están mojadas directamente por el agua de refrigeración (contacto con las cámaras de agua). La estanquidad está asegurada acoplando la pieza de forma forzada o bien usando juntas anulares de caucho (por ejemplo, Alfa Romeo).

La mecanización de las camisas se realiza generalmente por escariado, y en el caso particular de los tubos de aleación ligera con un procedimiento electroquímico denominado honing. El grado de rugosidad no debe ser excesivamente fino para facilitar el acoplamiento de los segmentos elásticos durante el rodaje. El inconveniente clásico de las camisas es el agarrotamiento por acoplamiento con el pistón o por recalentamiento, debido tanto a la falta de agua como a la falta de lubricación. Las camisas pueden también desgastarse de forma irregular y dan lugar a huelgo excesivo y a la consiguiente subida de aceite por deficiente ajuste de los segmentos, tanto los elásticos como los que tienen la función de rascadores.