En el cambio de velocidades, es el primer árbol que recibe el par motor, el cual le es transmitido a través del embrague. Por este motivo también se le conoce como árbol de entrada (del movimiento) o árbol conductor. Su aspecto y forma varían un poco según las características de construcción del cambio, la situación del grupo propulsor y el tipo de tracción. En el caso tradicional, es decir con motor delantero y tracción trasera, la disposición que normalmente adopta es la de la fig. 1. Según ésta, el árbol primario y el secundario son coaxiles: el interior del primario soporta un extremo del secundario mediante un cojinete de rodillos o, simplemente, mediante un casquillo solidario al primario o incluso libre. En este caso, el árbol conductor posee una sola rueda dentada fija, que siempre engrana con una rueda del árbol o eje intermediario (de reenvío). El número de relaciones o velocidades depende del número de ruedas situadas en el árbol secundario, a las que corresponden otras tantas ruedas en el árbol intermediario. Si los árboles primario y secundario pueden unirse mediante un acoplamiento frontal, se dice que el cambio posee toma directa.
Otra disposición, menos empleada, es la de la fig. 2. En esta disposición, los engranajes giran libres sobre el primario. Pero mucho más frecuente es la disposición con las ruedas fijas sobre el primario, ilustrada en la fig. 3. Se tienen ejemplos de este esquema en los Fiat 850, 128 y 127, así como en los Auto-bianchi Prímula, A 111 y A 112; en todos estos casos falta el árbol intermediario (se ha convertido en secundario) y no existe toma directa.
Entre las tracciones delanteras es frecuente que exista un árbol primario que posea 3 ó 4 ruedas delanteras (ej.: Citroen y Renault R5). En cambio, es típica la transmisión primaria del Mini, en la cual el par motor es transmitido por el embrague a un manguito dentado, de ahí a un engranaje intermedio y de éste al árbol primario del cambio.