Dispositivo idóneo para captar las ondas electromagnéticas del espacio. Dado que las ondas electromagnéticas atraviesan con dificultad los obstáculos, especialmente los metálicos, es preciso instalar en los coches una antena exterior para conseguir un buen funcionamiento de su aparato de radio. Estas antenas pueden instalarse de forma provisional (sujetándolas al cristal de la ventanilla, lo que permite desmontarlas con facilidad), o bien de forma permanente. Estas últimas pueden ser telescópicas, o sea de tipo constituido por varios segmentos de diámetros progresivamente menores que permitan la introducción de unos en otros. La posibilidad de variar la longitud de la antena permite sobre todo obtener el máximo rendimiento de recepción siempre que se regule en relación con la longitud de onda de la emisora. Existe un tipo perfeccionado de antena telescópica que está provisto de mando eléctrico para extraerla e introducirla a voluntad de forma automática.
1931: es la época en que se realizan los primeros intentos para instalar aparatos de radio en los automóviles. La antena, que servía también para emitir, se desarrolla horizontalmente sobre el techo del vehículo confiriéndole aspecto de barandilla.
Existen también antenas de estructura continua provistas en su base de un elemento arrollado en hélice, que permite disponerlas en forma de arco siguiendo el perfil del coche al sujetar su extremo en el borde superior de la ventanilla («antenas de látigo»). Con este sistema la antena queda firmemente sujeta al coche y se eliminan los riesgos que puedan derivarse de circular a elevadas velocidades. Entre las antenas de estructura continua merecen citarse las de fibra de vidrio, muy flexibles y no sujetas a desgaste.
Algunos fabricantes han introducido la antena en el espacio libre de los parabrisas estratificados. En este caso la antena está constituida por un cable muy fino, casi invisible, que pasa por las partes superior y central del parabrisas entre los dos cristales acoplados. Tampoco faltan antenas electrónicas dotadas de amplificador de señal incorporado. Uno de estos tipos dispone de un circuito impreso introducido en el espejo retrovisor exterior.
Para obtener el máximo rendimiento es indispensable que el cable que une la antena a la radio del coche sea lo más corto posible, a fin de evitar dispersiones e interferencias. Por este motivo no es aconsejable instalar la antena en la trasera del coche. También es necesario regular el condensador de antena (que ya está incorporado en todos los modelos de autorradio), mediante el cual las características eléctricas pueden acomodarse a las del campo de acción del receptor. Con ello se consigue una buena audición incluso de emisoras lejanas y en zonas particularmente difíciles.