Colisión entre dos vehículos producida por el choque de la parte delantera del que circula detrás contra la parte trasera del que va delante. Este tipo de colisión, que se debe a la imposibilidad de que el conductor del vehículo que va detrás responda a un frenazo brusco del que le precede, es frecuente en la circulación urbana y en las carreteras congestionadas. Generalmente los accidentes no revisten gravedad, salvo en los casos de circulación a gran velocidad; esto último ocurre en los alcances en cadena (entre varios vehículos) que se producen en autopistas, debido a la niebla o a retenciones imprevistas.