La sigla ABS define un importante grupo de materias plásticas obtenidas por polimerización de una mezcla de co-polímeros acrilonitrilo-estireno con elastó-meros de tipo butadieno. La sigla, de hecho, está compuesta de las iniciales en inglés de acrilonitrilo, butadieno y estíreno (styrene). De la composición de estos elementos se obtiene una serie vastísima de polímeros mixtos, que han encontrado una gran aplicación en la industria del automóvil. Los ABS son productos termoplásticos dotados de buenas características mecánicas y dieléctricas. Presentan óptima estabilidad dimensional, buena resistencia a los agentes atmosféricos y químicos, buenas características térmicas y excelentes características de mecanización.
Se les puede dar fácilmente color y se prestan muy bien para el cromado o la metalización.
Por otra parte, son resistentes al envejecimiento en condiciones normales; en presencia de radiaciones ultravioletas se da únicamente una cierta degradabilidad en las características de resistencia mecánica. En consecuencia, aquellos elementos que deban estar expuestos a los rayos solares han de ser preferiblemente negros o de color obscuro, a menos que tengan un cromado superficial.
La facilidad de elaboración y sus mejores características estéticas y funcionales han hecho que los ABS hayan substituido casi completamente a los embellecedores o parrillas frontales metálicas, y muchos de los adornos externos cromados o tapacubos son igualmente fabricados con dichos materiales. En el interior del automóvil, encuentran aplicación en la construcción de los paneles portainstrumentos, manecillas, calefactores, paneles de revestimientos de las puertas, etc.
Para mejorar sus características mecánicas, los ABS se refuerzan con fibra de vidrio a modo de carga; de esta forma y a título experimental han sido construidas algunas carrocerías de vehículos deportivos.