Este sistema detecta a través de una cámara cuando el vehículo se aproxima a una curva. Gracias a la suspensión activa de funcionamiento
neumático, el vehículo puede inclinar la carrocería hasta 2,5 grados lateralmente hacia el interior de la curva. Con esta pequeña inclinación se logra reducir considerablemente la fuerza lateral a la que se ven sometidos los ocupantes y que les empuja hacia el exterior, por lo que se consigue un mejor confort de marcha. Uno de los vehículos que utiliza esta tecnología de confort es el
Mercedes-Benz Clase S Coupé.