En un circuito por el que circula una corriente eléctrica, representa la diferencia de potencial, es decir, la tendencia que posee la corriente a circular pasando de un punto del circuito a otro que se halla a un potencial inferior.
Comparando la corriente eléctrica con un fluido hidráulico, puede identificarse correctamente la tensión con la presión que hace circular al líquido.
La tensión eléctrica se mide en volt (voltios, símbolo V), y el instrumento de medición se denomina voltímetro.
En los vehículos a motor, la instalación eléctrica se encuentra alimentada por una batería que mantiene en el circuito una tensión normalmente igual a 12 V (raramente 6 V; 24 V para los vehículos industriales).
La mayor o menor tensión existente en el circuito condiciona, además de los utilizadores, también el tipo y la sección de los conductores, ya que, para una misma energía eléctrica en circulación, al disminuir la tensión debe aumentar la intensidad de la corriente y viceversa. Como consecuencia, con un mismo conductor, aumentando la tensión es posible transmitir, con una misma intensidad, una mayor cantidad de energía eléctrica.
En términos cuantitativos, la potencia, medida en vatios, es igual al producto de la tensión, medida en voltios, por la intensidad de corriente, medida en amperios.