Consecuencia de un sistema de fuerzas, aplicado a un cuerpo, en relación con el cual éste reacciona con una deformación, elástica o plástica, más o menos sensible en función de las características del material y de la intensidad de las fuerzas aplicadas. Si la solicitación es de tracción o de compresión simples, la pieza se alarga o se comprime respectivamente; si es de flexión, se dobla sencillamente; si de torsión simple, se tuerce, y si es de corte, se provocan corrimientos internos de material.
La deformación, en el caso de materiales perfectamente elásticos (o aproximadamente tales), sigue la ley de Hooke, que expresa la proporcionalidad entre acción y deformación; en el caso de tracción o compresión se expresa de la siguiente manera: F=K\L, donde F es la fuerza; AL, la variación de la longitud, y K, el coeficiente de proporcionalidad (característico del material).
En el caso de solicitaciones complejas, es decir, en el caso más general de una pieza mecánica, es necesario comprobar, para cada sección solicitada, el esfuerzo total a que está sometida en las condiciones más desfavorables de funcionamiento; éste debe ser rigurosamente inferior a la carga de fluencia.