En líneas generales, relación entre las rotaciones de dos ejes unidos mecánicamente; corresponde a la relación entre las velocidades angulares y a la inversa de la relación entre los números de dientes (en una transmisión de engranajes) o entre las circunferencias de las poleas (en una transmisión por correa). Un par de ruedas puede realizar una relación de reducción o de multiplicación, según que la velocidad del árbol de salida sea menor o mayor respecto a la del árbol de entrada.
En un automóvil, la relación de transmisión total, es decir la que existe entre las revoluciones del motor y las de las ruedas motrices, es igual al producto entre las relaciones de todos los pares de engranajes que existen en la transmisión, es decir, en la mayor parte de los casos, las relaciones del cambio y la relación en el puente, o la relación de reducción final. El cambio está formado por una serie de pares de engranajes con diferentes relaciones; cuando uno de ellos tiene una relación 1:1, la marcha correspondiente se denomina toma directa.
La elección de las relaciones del cambio y su progresión se efectúa considerando para cada una de ellas el campo de utilización, o gama de velocidades a que es posible marchar con cada una de las relaciones en función de las características del motor.
Por regla general, se prefiere la primera relación con una reducción suficientemente elevada que permita una salida más fácil partiendo de la situación de vehículo parado y la marcha a velocidad muy baja. La relación más alta se ha estudiado en función de la velocidad máxima que debe alcanzarse a un régimen de revoluciones próximo (superior o inferior) al de la potencia máxima. Las relaciones intermedias son intercaladas proporcionalmente.
La elección de las relaciones de transmisión en el cambio y en el puente tienen una importancia especial en los coches de competición, en los cuales es indispensable poder aprovechar al máximo el intervalo reducido de utilización del motor; por este motivo, habrá que contar con una gama suficientemente amplia de pares de engranajes, de manera que puedan adoptarse las soluciones más convenientes para cada circuito teniendo en cuenta incluso las dimensiones de los neumáticos. En la práctica, se trata de hacer que la velocidad de recorrido de cada curva se corresponda con un régimen que permita el impulso máximo en el vehículo al arrancar.
La fórmula que relaciona la velocidad (V) con el régimen de rotación del motor es: donde: n, régimen en rpm; S, desarrollo del neumático en metros (circunferencia de rodadura); R, relación en el puente, y r, relación en el cambio.