Técnico francés del siglo xix, inventor de numerosas patentes en el sector de la locomoción a vapor y de los motores de combustión interna.
En 1868 registró una patente para la alimentación con petróleo de las calderas de los motores de vapor, patente que los franceses reivindican como la primera en tal sentido, mientras que los británicos atribuyen la prioridad del empleo del petróleo en vez de carbón a Wilkinson. Sin embargo, lo que sí es cierto es que la aplicación del motor de Ravel a un vehículo se produjo en 1869.
Amigo de otros pioneros franceses, como Jeantaud y Amédée Bollée, tras haber abandonado el motor de vapor, inició, junto con su hijo Edward, los estudios para construir un motor de 2 tiempos con precompresión, que funcionase con acetileno. Sin embargo, una serie de accidentes causados por la explosión de dicho gas le hicieron desistir.
En 1897 puso a punto un complicado motor que él denominó de 4 tiempos, aunque en realidad era de 2 tiempos con precompresión en el cárter. Estaba dotado de numerosas válvulas que ponían en comunicación el carburador alternativamente con el cárter y con el conducto de admisión. El motor, denominado intensivo, fue expuesto en las Tullerías en el año 1898, pero no tuvo continuación. Más tarde, Ravel construyó motores convencionales de 1 y 4 cilindros con potencias variables entre 8 y 14 CV.
Durante los primeros años del siglo XX proyectó el famoso Tourbillon de la Mort, una especie de salto mortal realizado por un vehículo que se movía sobre raíles y que, durante todo un invierno, proporcionó a los parisienses una gran emoción.