Notable prueba de montaña del automovilismo español, cuya primera edición tuvo lugar en 1922. Las 10 primeras ediciones fueron organizadas por Penya Rhin entre 1922 y 1933; en su segunda época, a partir de 1949, la organización corrió a cargo de Peña Motorista Barcelona.
El escenario ha sido siempre la carretera que desde el pie del Tibidabo lleva hacia la cima del mismo. Durante muchos años, hasta 1961, la distancia a recorrer era de 4.900 m; luego, a causa de las obras llevadas a cabo en la carretera, las cuales modificaron ligeramente su trazado, la distancia se estableció en 4.500 m. Pero, una verificación llevada a cabo en 1975 permitió comprobar que para obtener la última distancia saliendo del hito kilométrico 2",2 había que llegar hasta el 7, en vez de hasta el 6,7, lo cual puso en duda la validez de algunos registros previos.
Sin embargo, la Rabassada ha cumplido una misión histórica, tanto como prueba popular barcelonesa puntuable para el Campeonato de España, como de trampolín de constructores nacionales y escenario de actuaciones notables y efemérides célebres.
Fernando de Vizcaya, por ejemplo, que ganó 5 ediciones seguidas, logró en 1925 los 2 mejores tiempos de la jornada, adjudicándose la clasificación absoluta, la de la categoría Carrera y la de Sport al volante de 2 Bugatti diferentes. Uno de los hermanos Maserati, que había acudido a la prueba aquel mismo año, fue descalificado por inscribirse en la categoría inferior a la que le correspondía. En 1926, detrás de Fernando de Vizcaya se clasificó el francés Robert Benoist, sobre Delage. En 1930 debutó el coche Nacional Pescara, conducido por uno de los constructores, Enrique Poteras Pescara, quien se adjudicó el segundo tiempo absoluto y el mejor de la categoría Sport.
Al año siguiente, la Rabassada puntuó para el Campeonato Europeo de Montaña, y el gran piloto alemán Rudolf Caracciola estableció un nuevo récord, aunque seguido muy de cerca por los Nacional Pescara de Esteban Tort y Juan Zanelli. En 1933, última délas ediciones de la primera época, Esteban Tort batió el récord de Caracciola.
En 1949 y 1950 se subió todavía con coches viejos, de antes de la guerra, y hasta 1953, en que compitieron los Pegaso, no se recuperaron los promedios. En 1954, por causas no muy concretas, acudieron muchos pilotos alemanes, al volante de coches Cooper de Fórmula 3, equipados con motor de motocicleta (500 ce), que ocuparon las 5 primeras posiciones y mejoraron el récord general de la prueba. Sin embargo, éste fue rebajado ya al año siguiente por el Pegaso de Celso Fernández.
Las obras de mejora del firme, llevadas a cabo a finales de los años cincuenta (con eliminación de las vías del tranvía) y sobre todo, el reasfaltado de 1962-1963, permitieron elevar sensiblemente los promedios, hasta que en 1967 Alex Soler Roig superó los 100 km/h. Para entonces, la distancia era ya de 4.500 m. Finalmente, en los años setenta, ese promedio de Soler Roig fue ampliamente superado, como se advierte en la tabla.