Los hidrocarburos olefínicos (o no saturados) tienen características muy diferentes de los parafínicos o de los ñafíenos. Se caracterizan por su contenido de hidrógeno ligeramente más bajo y por un doble enlace entre los átomos de carbono que, a diferencia de las parafinas, permite añadir otras substancias y eliminar la insaturación.
La facilidad con que las oleflnas reaccionan permite obtener una serie ilimitada de productos diversos, como plásticos, detergentes, fibras sintéticas, etc. Algunas son muy importantes, como las diolefinas, que tienen 2 dobles enlaces, como el butadieno y el iso-preno que, al hacerlos reaccionar en condiciones especiales, dan lugar al caucho sintético, el cual constituye la materia prima en la fabricación de neumáticos.
Las olefinas son muy raras en la Naturaleza; generalmente, se obtienen como productos de transformación térmica o catalítica de los crudos destilados, a veces como subproductos y otras, por el contrario, como productos principales del proceso. En la mayor parte de los crudos petrolíferos no hay olefinas o están presentes en pequeñas cantidades. Las olefinas representan compuestos de partida muy importantes en la industria química, de ahí la elaboración de algunas cantidades de productos petrolíferos para beneficiarlas como producto principal. Sus empleos son muy variados, comprenden desde la preparación de los polímeros de diverso tipo a la de intermedios químicos para sucesivas elaboraciones. Las olefinas se emplean muchas veces en las gasolinas para aumentar el número de octano de la fracción más ligera, generalmente con índice más bajo, eliminando de esta manera el fenómeno de la detonación, el denominado golpeteo de culata.