Dispositivo manipulable o regulable por el piloto para la conducción de un vehículo. Existen mandos fundamentales para la marcha (volante, acelerador, frenos, embrague, cambio) y mandos secundarios (instalación eléctrica, accesorios, asientos, ventanillas, etc.).
Mientras que en los primeros automóviles los mandos estaban muy limitados en su número y en sus funciones, hasta el punto de que no existía ni siquiera el acelerador, en los coches modernos cada vez son más numerosos y complicados. La posición de los mandos y su peligrosidad en caso de accidente es objeto de cuidados especiales para los proyectistas. A este propósito se han dictado ciertas normas de seguridad sobre la protección y las características a que deben someterse los mandos. Además, los fabricantes han propuesto otras normas para la simbología de los mandos y su accionamiento.