En una instalación eléctrica, es el dispositivo que genera un flujo magnético de inducción.
Dicho flujo puede ser originado tanto por un imán permanente como por un arrollamiento recorrido por una corriente. Ejemplos del primer caso son las dinamos de tipo elemental, como las de las bicicletas. Cuando, por el contrario, se precisan mejores características en cualquier proceso de inducción (calentamiento, producción de energía mecánica o eléctrica), generalmente, se recurre a los arrollamientos de hilo conductor (cobre, plata, etc.).