Debe tenerse en cuenta que, en el sistema hidrostático, la transmisión de potencia se produce por medio de la presión de un fluido (aceite), a diferencia de lo que ocurre en las transmisiones hidrodinámicas, en las que se aprovecha la energía cinética del propio fluido (*convertidor de par). Generalmente, la presión de funcionamiento en un circuito hidrostático es elevada: por lo regular, se alcanzan y superan 200-300 atm.
La ventaja fundamental de las transmisiones hidrostáticas es la posibilidad de transmitir pares motores a distancia sin organismos mecánicos complicados, como árboles o juntas.