Freno dinamométrico ideado por el barón francés Marie Biche Prony, en 1821. Antiguamente se usaba para determinar las potencias, pero su empleo ha ido disminuyendo.
Son elementos esenciales del freno de Prony una polea que puede ensamblarse directamente al árbol motor y dos mordazas que se cierran sobre dicha polea y cuya fuerza se regula mediante un tornillo. Cada mordaza está unida a un brazo de longitud determinada, y uno de ellos sostiene un contrapeso con función equilibradora, mientras que el otro está conectado a un resorte y a un índice graduado. Teniendo en cuenta la fuerza con que aprietan las mordazas, se puede calcular la potencia del motor, partiendo de las revoluciones a las que se realiza la prueba, de la fuerza transmitida por la polea al brazo y de la longitud del mismo brazo.
El dispositivo se enfriaba en general con chorros de agua lanzados sobre las mordazas, o bien mediante sistemas de circulación del líquido más o menos eficaces. La dificultad de eliminar el calor y la incapacidad de las mordazas de mantener inalterado su efecto frenante durante toda la prueba han determinado su casi total abandono.