Nombre de una aleación de aluminio y cobre, que proviene del de la ciudad alemana Duren (Renania), en la que Wilm fabricó dicha aleación por vez primera en 1909. La composición química fundamental del duraluminio es: cobre, 2,5-4,5%; silicio, 0,3-0,9%; magnesio, 0,3-1,0%; manganeso, 0,5-0,8 %, y el resto es aluminio.
Las características físicas y mecánicas principales de esta aleación son las siguientes: punto de fusión, 503-540 °C; peso específico, 8,75 kg/dm3; carga de rotura (en estado bonificado), 31-50 kg/mm2; carga de debilitación, 17-44 kg/mm2; alargamiento de rotura, 8-37%; resiliencia, 8,8 kgm/cm2, y dureza Brinell, 85-142 kg/mm2.
El duraluminio resulta idóneo principalmente para ser trabajado por deformación plástica, puesto que es dúctil y maleable. Además, puede ser trabajado con máquinas herramientas y se presta mediocremente a ser soldado. En las construcciones automovilísticas se usa para piezas estampadas, como brazos, palancas y detalles formados por embutición.