Término derivado del verbo francés décaper, cuyo significado literal es el de quitar la capa. Con él se define un procedimiento químico de limpieza y preparación a que se someten las superficies metálicas antes de determinadas operaciones, como las de pintar, cromar, niquelar, cadmiar, etc. Objeto del decapado es el de eliminar de las superficies cualquier impureza, como costras de óxido, manchas de grasa que podrían impedir la adherencia del estrato de cromo o de pintura sobre la pieza metálica.
El decapado se realiza sumergiendo la parte que se debe cromar o pintar en ácido sulfúrico diluido (superficies poco oxidadas), o bien en ácido clorhídrico o en mezclas de ácidos clorhídrico y sulfúrico (superficies muy oxidadas). Las carrocerías de los automóviles, por ejemplo, antes de ser pintadas se sumergen completamente en enormes tanques conteniendo soluciones idóneas para decapar.
También las superficies destinadas a ser soldadas deben ser preparadas mediante el decapado; en este caso es suficiente mojar la zona interesada con tampones empapados de soluciones decapantes, o bien se emplean pastas. Para las soldaduras con estaño se puede usar una pequeña cantidad de ácido clorhídrico y verter en él trozos de cinc.