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COSTE POR KILÓMETRO - Definición - Significado

Coste de utilización, que es la suma de las cantidades desembolsadas por el usuario de un automóvil durante un año, para el uso del vehículo, dividida por el número de kilómetros recorridos durante el mismo tiempo.

Los gastos que intervienen en el cálculo del coste por kilómetro se dividen en fijos y variables. Los primeros, que no guardan relación con los kilómetros recorridos (es decir, que en el curso del año permanecen invariables, independientemente de la utilización del vehículo), comprenden las siguientes partidas: desvalorización, intereses, seguros, impuestos y garaje. Los segundos que, por el contrario, son directamente proporcionales al recorrido efectuado, aumentan paralelamente al empleo que se hace del automóvil, y pertenecen a las partidas: carburante, entretenimiento y reparaciones.

Para calcular los gastos correspondientes a cada una de las partidas citadas se tienen en cuenta, generalmente, los siguientes parámetros:

Desvalorización - Es la pérdida de valor que sufre el automóvil respecto a su precio de compra, al llegar al momento de su reventa. La importancia de la desvalorización depende principalmente de la antigüedad del vehículo, es decir, varía sobre todo en función de su fecha de matriculación. Sin embargo, otros factores pueden intervenir para modificar en más o en menos esta valoración. Factores como el recorrido medio anual, el estado de conservación de la carrocería y de su interior, y los eventuales cambios de dueño intervienen en estas variaciones.

Respecto a la incidencia anual de la desvalorización, no existen reglas que puedan aplicarse indistintamente a todos los modelos: es el propio mercado el que determina, de acuerdo con la oferta y la demanda, el valor de un automóvil usado, aunque se observa siempre que la máxima pérdida de valor se produce al final del primer año de utilización del coche.

Teóricamente, calculando que la amortización de un automóvil debería efectuarse en 5 años, con un valor residual del 10-15%, residuo que, en muchos casos, equivale al precio como chatarra, se pueden aceptar los siguientes valores .anuales de desvalorización: un 25-30 % durante el primer año y un 15 % para todos los restantes hasta el quinto año. Naturalmente, este reparto de la pérdida de valor en 5 años es simplemente orientativa y puede cambiar, incluso substancialmente, cuando se trata de vehículos deportivos o de clase superior a la media.

Intereses - Es la cantidad que se habría obtenido invirtiendo el capital empleado para la compra del automóvil en otra forma; generalmente se parte, para el cálculo, de un interés del 5 % anual.

Seguros - Es el importe de la póliza contra riesgos de responsabilidad civil que debe suscribir obligatoriamente el propietario del vehículo con una compañía de su elección; este importe varía según las clausulas de la póliza.

Impuestos - Es el importe total que el usuario abona a la hacienda pública por tasas fiscales. Este importe es difícil de establecer de una manera fija, pues, además del impuesto de lujo, que grava el precio de compra y puede englobarse en el mismo, y el impuesto de tenencia y disfrute actual, repercute en ciertos casos en el impuesto sobre la renta.

Garaje - Es el coste de la custodia del automóvil en los garajes. El importe de este servicio, del que disfruta tan sólo una minoría reducida de los automovilistas, varía de unas ciudades a otras y de acuerdo con el emplazamiento del garaje, más o menos céntrico.

Carburante - Es el gasto activo más importante para el coste de utilización de un vehículo. Puede variar en función del consumo específico de cada coche y de acuerdo con los recorridos (urbanos o por carretera) y la manera de conducir (con más o menos velocidad y aceleraciones).

Entretenimiento y reparaciones - tan esta partida, además de los costes de las operaciones de comprobación y de puesta a punto aconsejadas por el fabricante y la renovación de piezas mecánicas y neumáticos que se efectúan en función de los kilómetros recorridos, se deben incluir los gastos necesarios para la buena conservación del automóvil. Naturalmente, el ritmo de estas operaciones (además de las eventuales reparaciones de carrocería y mecánicas, a causa de averías o accidentes) varían mucho de un vehículo a otro y dependen también de la forma de conducir.

Para un automovilista que en el momento de cambiar de coche, desee calcular lo que ha gastado usándolo, se muestra una fórmula esquemática, mediante cuya aplicación puede obtenerse el correspondiente coste por kilómetro: P, + y (g + a + b+i) + k ; k-en carretera, y-valor residual del automóvil en el momento de su reventa, A: -recorrido en kilómetros hasta el momento de la reventa, t— duración (en años) del empleo del vehículo, g =coste anual del garaje, a —importe anual de los seguros, 6—importe anual de los impuestos, i — interés anual del capital invertido en la compra, /=precio del litro de carburante, c= consumo de carburante (en litros cada 100 km), m -gastos de entretenimiento (aceite, lavados, etc.) hasta el momento de la reventa, r =importe de las reparaciones (revisiones y recambios diversos, comprendidos los neumáticos) hasta el momento de la reventa.

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