BUICK, DAVID DUNBAR - Definición - Significado

Aunque fundó y dio su nombre a una de las más prestigiosas marcas automovilísticas norteamericanas, la figura de David Buick ha sido a menudo relegada en la sombra. Quizá este desinterés es imputable a la misma personalidad del personaje, un hombre esquivo y soñador, inventor genial pero pésimo administrador, que deseaba fundamentalmente dedicarse a sus experimentos.

Buick nació en Escocia en 1854. Dos años mas tarde su familia emigró a Norteamérica y se estableció en Detroit. Después de un periodo de aprendizaje en la James Flower & Brothers Machine Shops, David Buick abrió, hacia 1885, en sociedad con William Sherwood, una fábrica para aparejos hidráulicos, la Buick & Sherwood Mfg. Co. Gracias a la patente del mismo Buick para el revestimiento cerámico de las bañeras de hierro colado, la fábrica prosperó rápidamente, con el consiguiente beneficio para sus propietarios. Pero Buick se cansó pronto de esta actividad, y en 1901 cedió su parte. Con los 100.000 dólares recibidos, fundó la Buick Auto-Vim & Power Co., para la producción de motores náuticos primero y automovilísticos después.

La absoluta falta del sentido en los negocios de David Buick se hizo sentir pronto: en 1902 la empresa estaba en crisis. Encontrado el capital necesario, cambió la razón social en Buick Manufacturing Company y empezó a construir su nuevo motor de válvulas en cabeza que sirvió de base a la siguiente producción automovilística de la empresa. Pero ya a finales de año escaseaba el dinero y Buick pidió ayuda a los hermanos Briscoe, a quienes ya debía ciertas sumas. Estos últimos aceptaron, pero se reservaron el total control financiero de la empresa que se convirtió en mayo de 1903 en la *Buick Motor Company.

Cuando la empresa fue trasladada a Flint, en otoño de 1903, la siguió y no se preocupó ni siquiera cuando William C. Durant lo relegó al papel de simple empleado, aun cuando, quizá por respeto, le reservó un puesto en el consejo de administración, el cual Buick nunca ocupó. Durant exigía realizaciones concretas para lanzar al mercado, mientras que Buick se retrasaba en experimentos y estudios costosos y, según Durant, improductivos. Así, al llegar el año 1908 David Buick prefirió abandonar para siempre la empresa que había sido creada por él.

En este punto la parábola descendente de Buick se precipitó rápidamente: la compañía petrolífera primero, la fábrica de carburadores después, y finalmente la experiencia como propietario de tierras, se revelaron como fracasos. Ya reducido a la miseria, David Buick se vio obligado a aceptar un puesto de instructor en la Scholl of Trade de Detroit, donde murió en 1929, ya olvidado de todos.