Obstrucción o paralización del tráfico en una vía de circulación (carretera o autopista). El bloqueo puede ser total o parcial (en uno solo de los sentidos de marcha). El primero únicamente se da en el caso de accidentes muy graves, y los agentes de la circulación deben establecer los desvíos y señalizaciones oportunas de acuerdo con los Organismos de los que dependen. El bloqueo parcial es el más frecuente y se origina tanto por causa de accidentes que han provocado la obstrucción de parte de la calzada como por circulación excesiva. En este último caso suelen habilitarse desvíos como en el caso anterior, pero sólo para un sentido de marcha, y lo mismo puede hacerse en el caso de accidentes, aunque entonces es más frecuente que los agentes interrumpan la circulación a intervalos alternativamente a los vehículos que provienen de cada lado. Evidentemente, la señalización en los casos de bloqueo resulta fundamental para lograr que se restablezca la fluidez en el tramo afectado.