La Societá Italiana Auto-Cars (1907) fue una iniciativa y el último desarrollo del concesionario italiano al que estaban encomendados el montaje y la distribución de los motores Áster. Nació con la finalidad de montar motores Áster sobre vehículos de su propia fabricación (y tenia la facultad de dotarlos de su correspondiente marca). En realidad, más que de fabricación se trataba de montaje; los bastidores y demás componentes procedían de la Malicet & Blin de Au-bevilliers, de la que la Auto-Cars era, a su vez, representante. La empresa no obtuvo gran éxito, posiblemente porque en aquella época la Bianchi y la Fiat fabricaban vehículos comerciales absolutamente competitivos. Por ello, la Auto-Cars fue liquidada tras un solo año de vida.