Denominado también levantacristales, es el mecanismo o aparato que permite subir y bajar los cristales, en general los laterales, de un automóvil.
En los primeros automóviles de conducción interna, los cristales laterales se levantaban y se bajaban manualmente y estaban dotados de dispositivos para retener el cristal en la posición deseada. Hacia los años veinte fueron introducidos los conocidos sistemas de mando de manivela, que aún se encuentran en los automóviles modernos.
Los mecanismos que en realidad determinan el movimiento son de diferentes tipos: de sector dentado y paralelogramo, de cuerda (correa) y poleas, y de transmisión flexible (teleflex). Muchos automóviles de lujo poseen alzacristales eléctricos. En este caso un pequeño motor eléctrico (equipado con arrollamientos desdoblados para permitir la inversión de la rotación) hace el trabajo de manivela. Ésta es substituida por unos interruptores dispuestos en las puertas de los pasajeros, y por un tablero para el mando de todos los cristales desde el puesto del conductor.