Órgano destinado a almacenar energía, y capaz de restituirla a lo largo del tiempo. La forma de la energía almacenada es lo que caracteriza a los distintos tipos de acumuladores. Existen acumuladores mecánicos (ej.: muelles y volantes), neumáticos (ej.: servofrenos de depresión), hidráulicos, térmicos y eléctricos.