Tipo de revestimiento empleado, en el recubrimiento interior del automóvil, en substitución de la piel natural que, en la actualidad, se emplea solamente en los vehículos de gran lujo.
La difusión de la imitación piel se inició en los años cincuenta, primero en los vehículos utilitarios y, posteriormente, con el perfeccionamiento de los sistemas de producción, también en los vehículos de una cierta clase en substitución de los tejidos y terciopelos, más sucios y menos duraderos. Además de prestarse a un lavado más fácil, puede admitir numerosas coloraciones y, además, el tipo de rugosidad superficial o de impresión en relieve puede ser variado, permitiendo la imitación de cualquier tipo de piel.
Generalmente, la imitación piel está constituida por un soporte de tejido de malla y por un revestimiento de varias capas de cloruro de polivinilo dotado de una determinada blandura y flexibilidad. Se utiliza casi exclusivamente para el revestimiento de los asientos y de los paneles de las puertas; está constituida por 3 capas: las 3 primeras obtenidas por distribución sobre un papel especial que reproduce en negativo la impresión en relieve que se desea, y la tercera constituida por el tejido de soporte que es acoplado en caliente a las anteriores. La elasticidad y la blandura son debidas principalmente a la segunda capa de PVC, que es tratado con oportunos agentes espumantes y expansionado en horno a la temperatura adecuada.
Para el revestimiento del tablero portainstrumentos, del techo, de los apoyabrazos, etc., se emplea una imitación piel con una sola capa (o laminado plástico) obtenida por medio de plantillas.
Entre los productos más recientes cabe mencionar las espumas poliuretánicas, que se expanden en una matriz y adquieren en su superficie el aspecto de la imitación piel gracias a un tratamiento especial de la matriz. De este modo, con una sola operación pueden obtenerse, por ejemplo, los asientos, puesto que la embutición y el revestimiento constituyen un conjunto único.