Denominado también coeficiente de llenado, es la relación entre la masa de aire aspirada efectivamente en cada ciclo y la que teóricamente podría llenar un volumen igual a la cilindrada V en las condiciones de presión y temperatura exteriores.
El rendimiento volumétrico influye mucho en las prestaciones de un motor, ya que cuanto más grande sea la masa de aire introducida en los cilindros, mayor será la cantidad de combustible que podrá quemarse y, por tanto, mayor será la potencia.
El rendimiento volumétrico, cuyo valor suele oscilar entre 0,70 y 0,85, varía con el régimen de rotación del motor, ya que la resistencia que el fluido encuentra al atravesar los conductos aumenta con la velocidad del mismo.
La masa de fluido que se introduce efectivamente en los cilindros es inferior a la teórica, sobre todo por las razones que se enumeran seguidamente:
- contrapresión en el escape debida a los gases residuales presentes en el cilindro al final de la fase de escape; los gases residuales, al hallarse a una presión superior a la del ambiente, se expanden durante la primera parte de la fase de admisión, obstaculizando la introducción de carga fresca;
- disminución de la densidad de la carga a causa de la cesión de calor a la carga fresca por parte de las paredes, los conductos, el cilindro y la fracción de gases residuales;
- resistencia que el fluido encuentra a su paso por el carburador, los conductos y las válvulas de admisión.
Para mejorar el rendimiento volumétrico es preciso: diseñar los conductos de admisión y escape con él fin de optimizar el coeficiente de flujo; aumentar las secciones de los conductos y los diámetros de las válvulas para reducir la velocidad de los gases; adelantar la apertura de las válvulas de admisión con el fin de que alcancen su altura máxima en el momento más conveniente para obtener el máximo llenado del cilindro; retrasar el cierre de la válvula de admisión para aprovechar la inercia del fluido en el conducto de admisión con objeto de aumentar la cantidad de fluido introducida en el cilindro; adelantar la apertura y retrasar el cierre de la válvula de escape para reducir, respectivamente, la contrapresión en el escape y la cantidad de gases residuales.