Expresión norteamericana (la británica es vapourlock) empleada corrientemente en el lenguaje técnico para definir el fenómeno de la formación de burbujas de vapor (vapores de gasolina) en el circuito de alimentación de los motores de combustión interna.
La formación de burbujas de vapor en un fluido que atraviesa una conducción cerrada es una consecuencia de la existencia en el interior de la misma de unas condiciones de presión y temperatura a las que corresponde el equilibrio de las fases líquida y gaseosa de dicho fluido. Estas condiciones se producen cuando, para cierto líquido, se alcanzan temperaturas tales que la tensión de vapor del mismo supera la presión. Por tanto, en la práctica, existe formación de vapor cuando el combustible se halla muy caliente o cuando se crea una notable depresión en el circuito. La primera eventualidad se produce, particularmente en las estaciones cálidas, en los circuitos próximos al motor, y la segunda en las zonas del circuito situadas antes de la bomba.
El fenómeno del vapor lock no suele acarrear inconvenientes en los automóviles con carburador mientras el nivel de la cuba se mantenga constante. En cambio, causa la detención del motor cuando la burbuja de vapor impide que la bomba de gasolina (mecánica) se cebe. En los motores con alimentación por inyección, la presencia de burbujas de vapor perjudica la correcta circulación y la exacta dosificación del combustible en la bomba de inyección. Por este motivo, en el circuito suele intercalarse un pequeño depósito desgasificador o incluso un radiador para mantener lo más baja posible la temperatura del combustible.