Considerado como uno de los técnicos automovilísticos europeos más geniales, realizó sus proyectos más interesantes para una sola marca: la Tatra.
Nacido en Klosterneuburg en 1878, a los 19 años entró en la Nesseldorferwagenbau-fabrikgesellschaft, que cambió su denominación por la de Tatra en 1919, cuando, al final de la primera guerra mundial, el pueblo de Nesseldorf, hasta entonces perteneciente a Austria, pasó a Checoslovaquia.
En 1902. Ledwinka abandonó la empresa y se fue a trabajar a Viena, en una fábrica de vehículos de vapor. Al cabo de 3 años volvió a Nesseldorf y, en 1906, realizó su primer trabajo importante, un motor delantero de 4 cilindros, de 3.306 ce y 20 CV, con árbol de levas en cabeza. Montado en el modelo S/20/30, hizo que este coche alcanzase 85 km/h.
Este éxito auguraba al joven Hans una brillante carrera, pero, en 1916, a consecuencia de ciertas divergencias con el director de la empresa, Erhard Kóbel, no dudó en abandonarlo todo por segunda vez. Su fama le aseguró un excelente puesto en la fábrica de armas Steyr, que, precisamente en aquella época, se preparaba para la producción de automóviles. Para esta marca, Ledwinka realizó el Waffenauto, una especie de gran turismo que influyó en la futura producción de la empresa.
Mientras tanto, en Nesseldorf se produjo un cambio de poder y, en 1921, el nuevo director, Leopold Pesching, volvió a llamar a Ledwinka, encomendándole la responsabilidad de la oficina técnica. En 1923 creó otra obra maestra, el Tatra tipo 11, que presentó gran número de soluciones de vanguardia: bastidor de viga central, semiejes traseros oscilantes y suspensiones independientes en las 4 ruedas. Su motor era de 2 cilindros opuestos y estaba alojado en la parte delantera; tenía una potencia de 12 CV y una cilindrada de 1.056 ce. Para aquella época, se consideró un refinamiento la posibilidad de utilizar el aire caliente del motor para calentar el habitáculo del vehículo. Este modelo tuvo gran éxito comercial y deportivo, contribuyendo a colocar la Tatra entre las grandes marcas europeas.
Posteriormente, Hans Ledwinka se dedicó a estudios aerodinámicos, realizando en 1933 un automóvil muy perfilado, en forma de gota, que más tarde inspiró a Porsche para su famoso Volkswagen. Al año siguiente, Ledwinka aplicó estos mismos principios a un automóvil de mayores dimensiones, el T-27, que se construyó en diversas versiones.
Tras la entrada de las tropas soviéticas en Checoslovaquia durante la segunda guerra mundial, en 1945, Ledwinka fue hecho prisionero por los rusos, no siendo liberado hasta 1951, a los 73 años. Trasladado a Munich, murió en 1967.